sábado, 20 de febrero de 2016

EL CEREBRO DE UN DECAPITADO SIGUE VIVO

                                   


Para saber si realmente el cerebro puede estar vivo luego de una decapitación los científicos usaron un electroencefalógrafo, que mide la actividad eléctrica, en el cerebro de un grupo de ratas luego de decapitarlas. Los científicos encontraron que por 4 segundos luego de que la cabeza se separó del cuerpo, la rata tenía consciencia.

Estos estudios pueden compararse con lo que pasaría en un ser humano, sin embargo, no es probable que se realice una observación por las obvias implicaciones éticas. De todas maneras existen estudios realizados en la época en que la guillotina fue inventada y las decapitaciones se pusieron de moda.

Decapitación y muerte
                                                 


El cerebro se mantiene con vida gracias al sistema circulatorio que lleva oxígeno por las venas. Para vivir este órgano necesita de la sangre y el oxígeno, y la decapitación lo priva de ambos.

De acuerdo al método utilizado es que la persona puede vivir más o menos. En la antigüedad se utilizaba la espada, la que llevada a la pérdida de sangre antes del desprendimiento de la cabeza, y por tanto a una muerte más lenta. Sin embargo, la guillotina aceleró este proceso cortando la cabeza en segundos.

Estudios realizados sobre las decapitaciones

En las decapitaciones que ocurrieron luego de la Revolución Francesa se dieron casos donde los decapitados cambiaron sus expresiones faciales. Esto llevó a la idea generalizada de que las cabezas estaban vivas luego de la decapitación. Una de las teorías decía que esto tenía que ver con los espasmos ocasionados por los músculos faciales. Aunque esto es verdad para otras partes del cuerpo, el cerebro no es lastimado directamente por una decapitación, y por ende debería seguir vivo hasta que la pérdida de sangre lo matara.

Además del estudio sobre las ratas, existe la experiencia con gallinas, las cuales caminan hasta 29 segundos después de su decapitación. Puede parecer poco tiempo, pero para alguien que está muriendo no lo es.

Uno de los casos más famosos es el de Beaurieux, que observó la ejecución de un criminal. Por casi 30 segundos lo llamó por su nombre y vio cómo abría los ojos y los enfocaba en él. Este tipo de estudios son inhumanos en la actualidad donde la pena de muerte existe en pocos lugares, y se da con otros métodos. La vida del cerebro segundos después de la decapitación es posible, y hasta probable, no solo por la comprobación en estudios científicos, sino por las innumerables declaraciones al respecto.

domingo, 7 de febrero de 2016

El Diablo dejará de ser un Demonio.

La sabiduría del Diablo

                                                


Harto de estar harto, de cargar sobre su espalda los males de la humanidad, porque si haces algo bueno es obra de Dios y si yerras, como lo hacemos todos, él es el único responsable. 

Presentó su renuncia indeclinable y no tuvo éxito. 
Dió reportajes muy adecuados y criteriosos, tampoco tuvo suerte. 

Sigue siendo muy necesario para los humanos, poner todas las miserias fuera de cada uno, por lo tanto, insistimos  su presencia entre nosotros, para lavarnos las manos y culparlo de absolutamente todo. Así es el dogma y como todo dogma, no se discute. 

Sabe que de momento,es inmortal. Sabe que es bello y demasiado inteligente, para el credo con el que se enfrenta. 

El Diablo ha decidido, de una vez por todas, ser cuasi humano y mortal. Aunque se vengan abajo todos los esquemas del cristianismo en todas sus ramas representativas. Aunque hace ya más de 35 años, la iglesia Católica aceptó en un concilio muy privado, LA NO EXISTENCIA DEL INFIERNO. (Esto es real).
El hermoso ángel oscuro, sombrío y cansado, sabe qué hacer para dejar este miserable destino que se le ha impuesto por siglos y siglos. 
Cuenta con muchos nombres que lo identifican. Cuenta con un sin fin ignorantes adoradores de sus propias miserias y falencias, puestas en su persona. 

EL DIABLO HA DECIDIDO ENAMORARSE. 
Y dentro las reglas de la fe, un ángel no debe enamorarse para seguir siendo ángel y eterno. 

Los hubo, tiempo atrás, aquellos que también desobedecieron el dogma y dejaron de ser enviados alados. 

Una vez enamorado, llevará una vida mundana (en el mejor de los sentidos) amará, formará una familia, envejecerá y morirá. 
Veremos a quién se le echará la culpa de cada aberración humana, de ahí en más...

Lo que nunca sabrás, es si ese hombre que anda merodeando tus días, galante y seductor, se trata de quien estoy hablando. 
No lo sabrás! Pero puedo dar fe, que ha de saber tratarte como a una reina. Porque el Diablo,  sabe más por viejo que por Diablo. 
Enhorabuena para ambos! 


Rita Mercedes Chio
Derechos reservados. 

  




QUÉ PASA CON EL ALMA DE LOS SUICIDAS?

¿Por qué se cree que el alma de los suicidas está condenada?

                                      


En principio, porque el suicidio no solo contradice las leyes naturales sino que es la más antinatural de las muertes; no importa cuán trágicas y, en muchas ocasiones, comprensibles que sean las causas que motiven ese acto.

Según las tradiciones orientales, el individuo que comete suicidio continúa horrorosamente consciente tras su muerte, atrapado en la densa atmósfera del Kamaloka, especie de plano astral que recubre de forma sutil el plano físico.

Este velo, por llamarlo de algún modo, no es impenetrable; de hecho, el alma del suicida puede ver y experimentar todo lo que ocurre en nuestro plano, en especial a las personas que conoció y lo amaron sinceramente.

Para muchos, esta primera condena del suicida se prolonga hasta el día y la hora exactas en las que debía ocurrir su muerte natural.

Por ejemplo, si la persona estaba destinada por su karma a vivir hasta los 80 años, pero se quitó la vida al cumplir 20, debe permanecer en el Kamaloka durante 60 años; sin efectuar ningún tipo de progreso hasta que el plazo se cumpla.

Recién entonces podrá completar el proceso de muerte y entrar en el estado de Devachán, entorno confuso en donde las almas incluso pueden extraviarse.




Podemos pensar que el hecho de permanecer en el Kamaloka hasta completar su ciclo de vida en la Tierra no es en absoluto un castigo, sino una etapa esencial en el progreso evolutivo del alma.

¿Pero qué ocurre allí?

Básicamente el estar atrapado en el mismo sufrimiento que indujo al individuo a tomar esa decisión radical.

La persona que muere de forma natural sencillamente atraviesa el curso que él mismo ha trazado con anterioridad. En este contexto, el suicidio es un corte abrupto con la vida, que normalmente tiene que ver con la necesidad asfixiante de escapar de algo: dolor, tristeza, soledad.

No obstante, el dolor no es algo que podamos quitarnos tan fácilmente. En su necesidad de escapar, el suicida corta su vínculo físico con nuestro plano, pero el dolor y su alma continúan más allá de éste.

Paradójicamente, tras su muerte el suicida se encuentra horriblemente lúcido, incluso más que durante su vida orgánica ya que no se encuentra enteramente en el plano físico, atado a lo que sus sentidos puedan suministrarle sobre el mundo que lo rodea. Está "atrapado" entre dos planos y perfectamente consciente de ambos.

La gran mayoría de las almas en este estado realmente comprenden su error, y lo aceptan como parte de su progreso evolutivo. Otras, una minoría, se rebelan contra la situación, consiguiendo únicamente empeorarla.

¿Cómo es posible empeorar una situación como ésta?

La no aceptación, el no entendimiento de lo que ocurre, conduce a ciertas almas de suicidas a intentar comunicarse con las personas vivas, en cierta forma, buscando reiniciar su vida física al adherirse a alguien en particular y de ese modo continuar recibiendo estímulos que alma percibe ilusoriamente como físicos.

En estos casos, el suicida entra en una especie de limbo obsesivo en el que intenta desesperadamente pedir perdón. En verdad está arrepentido; sin embargo, el dolor que provocó en otros también es parte de su situación actual. Abundan las historias de médiums que aseguran que el alma de los suicidas repiten una y otra vez las mismas palabras durante años enteros, sin interrupción.

Por eso la teosofía llama a los suicidas Earth Walkers, algo así como Caminantes de la Tierra.

¿Por qué?

En parte porque consideran que el suicida no solo está atrapado en las condiciones que lo indujeron a quitarse la vida sino también a las consecuencias que ese acto provocó en sus seres queridos.

Ahora bien, las almas que no cometen la imprudencia de permanecer cerca de sus seres queridos igualmente lo desean, y de una manera tan intensa que nos resultaría imposible comprender. El Kamaloka es nada menos que el plano del Deseo; un deseo en estado bruto, total, absoluto, irresistible: en este caso, el deseo por la vida.

Recién entonces, devorado por sus pensamientos, impulsado a revivir una y otra vez las circunstancias que lo atormentaban en la tierra, el alma entiende que las armas o elementos que empleó para terminar la vida de su cuerpo no pueden alcanzar al ser real.

Todo esto suena bastante horrible, y lo es. No obstante, es parte del proceso y el alma, aún en su dolor, lo sabe.



EL PÁJARO

"- Ese negro pájaro que merodea mi casa, lleva días posado sobre las ramas y no deja de mirarme. No sé cuando duerme...Nada logra quitarlo de ahí. Ni siquiera creo que se esté alimentando. 
Será un presagio del más allá o un mero ave a la espera de su presa preferida. 
- Cuidado mujer...Pensar livianamente o distraerse, puede resultar fatal. No es un ave cualquiera...Sus ojos rojizos, el azabache plumaje que lo hace brillar en la oscuridad, la serenidad de sus movimientos, es su arma y su incógnita. Yo no estaría tranquila ni por un segundo. La muerte suele camuflarse a su gusto y no escatima en misterios, tiempo y disfrute."

La mujer sonrió descreída y entró con su carga de leños, en la vieja casa de adobe. El humo de la chimenea era escaso y afuera, un viento frío arremolinaba hojas secas en la puerta de madera. 
La vecina también se marchó a paso lento, por un sendero estrecho y arbolado que conducía a su lejana morada.



Giró una sola vez para volver a ver el oscuro pájaro. Con gran sorpresa lo vió remontar vuelo y posarse en la ventana de su apreciada amiga. Dudó qué hacer. Lo pensó unos instantes y prefirió seguir su camino. 
A los tres días, con algo de remordimiento, regresó a la humilde casa de la mujer que vivía sola. A medida que se acercaba, notó que no salía humo de la chimenea, los perros ladraban enloquecidos, las aves deambulaban por terrenos linderos. 
Espió por todos los ventanales, golpeó la puerta, la llamó por su nombre, pero nada...

Con horror descubrió a la vera del aljibe, el cuerpo de su amiga tendida boca arriba. Sus ojos habían sido quitados, la sangre reseca había oscurecido su rostro y sus prendas. Tenía los brazos rasguñados, el cabello revuelto y un par de plumas negras en las manos. 



Rita Mercedes Chio
Derechos reservados.