“La Pascualita” es el nombre de esta muñeca de exhibición que tiene unas características extraordinarias en su cara y en sus manos.
Se dice que “La Pascualita” impresiona a la gente debido a que se trata de un cuerpo real y que está embalsamado, por eso los detalles son casi perfectos.
Gente del pueblo conoce dos historias, la primera es que La Pascualita es en realidad la hija de la primera dueña de la tienda. Pascualita era tan bonita que ayudaba a su madre modelando los vestidos que estaban en venta.
La madre adoraba a Pascualita y era dichosa por la belleza que tenía su hija, sin embargo, un animal venenoso terminó con la vida de aquella hermosa joven. Desconsolada, la madre quería mantener a su hija de cualquier modo, es por eso que decidió embalsamarla y colocarla en el aparador con vista a la calle.
La otra versión es acerca del día de boda de Pascualita, en la que ella se encontraba muy ilusionada en el altar, cuando uno de sus pretendientes celosos, llegó a apuñalarla hasta que la mató, y de igual forma, la madre optó por embalsamar el cuerpo.
Muchas son las historias que rodean a La Pascualita, incluso varias trabajadoras de la tienda han escuchado cosas que las atemorizan y mejor deciden renunciar.
Se dice que el maniquí recibe muchos cuidados y que no todos se atreven a cambiarla, pues aseguran que las piernas de Pascualita tienen un color verde, como el de un cuerpo putrefacto.
La versión “oficial” y para no atemorizar a la gente es que Pascualita fue importada directamente desde Francia, ya que en 1930, los mejores maniquís del mundo, provenían de aquel país europeo.
A pesar de que existe la versión oficial y muchas otras leyendas, nadie ha podido comprobar el origen ni la historia real de “La Pascualita”.