domingo, 7 de agosto de 2016

QUÉ SUCEDE CUANDO MORIMOS?




Cuando el corazón deja de latir, la sangre deja de circular y se torna más espesa.
"Este proceso suele iniciarse después de 4 o 6 horas, primero en los músculos más pequeños como los de los párpados o la mandíbula, luego le sigue el cuello, y más tarde los músculos más grandes como los brazos o las piernas", le dice a BBC Mundo Carla Valentine, curadora técnica del Museo de Patología Barts de Londres.
"Esto dura entre 36 y 48 horas, dependiendo de una serie de circunstancias. El frío, por ejemplo, puede ralentizar el rigor mortis", explica Valentine.
"Pero si uno tiene fiebre cuando muere”, añade, "se acelera".
Al dejar de respirar, nuestras células ya no se nutren de oxígeno. Sin oxígeno, la mitocondria dentro de las células no puede producir adenosín trifosfato, conocido por sus siglas en inglés como ATP, una sustancia química que cumple una serie de funciones celulares, como explica un video educativo de la Sociedad Química de Estados Unidos.
Y, si tus células no pueden producir ATP, dejan de funcionar.

El turno de las bacterias


Las células muertas comienzan a romperse y a liberar toda clase de sustancias - incluidas enzimas- que crean un ambiente ideal para las bacterias y los hongos, que se incorporan a esta mezcla y comienzan a descomponer el cuerpo.
La regla básica es que, bajo tierra, el cuerpo tarde ocho veces más en descomponerse que fuera de ella
Carla Valentine, curadora técnica del Museo de Patología Barts de Londres
Durante el proceso de descomposición, las bacterias despiden una gran variedad de derivados químicos. Dos en particular, la putrescina y la cadaverina, ambas de un olor muy desagradable.
También se producen compuestos que contienen azufre que, junto con numerosos gases que comienzan a hinchar el cuerpo temporalmente.
Este proceso de descomposición se ve afectado por numerosos factores. "La regla básica es que, bajo tierra, el cuerpo tarde ocho veces más en descomponerse que fuera de ella", dice Valentine.



Bajo tierra, el proceso de descomposición se vuelve más lento.
Pero puede incluso que no ocurra, si el cuerpo se encuentra en un ambiente seco como el desierto.
En esos casos el cuerpo se momifica y la piel se torna de un color amarronado como si fuera cuero.
"En la era victoriana en Inglaterra, por ejemplo, si una madre paría un niño muerto al nacer y no quería que nadie supiese de su embarazo, muchas veces escondía su cadáver detrás de la chimenea. Años más tarde, se hallaban los cuerpos preservados de los bebés a causa del calor seco", comenta Valentine.


Derribando mitos

Pies
Como el cuerpo se encoge y la piel se marchita, las uñas de los pies y manos dan la sensación de haber crecido unos milímetros.
Un mito muy arraigado es que las uñas y el pelo continúan creciendo al menos un poco cuando uno está muerto.
¿Qué hay de cierto?
Por miles de años, la gente pensaba que el pelo y las uñas seguían creciendo, porque esa era la impresión que daban los muertos. En realidad, no crecen: da esa sensación porque el resto del cuerpo se encoge
Caitlin Doughty, directora de funerarias de la organización "The Order of the Good Death"
Nada, según explica Caitlin Doughty, directora de funerarias de la organización "The Order of the Good Death".
"El cabello crece muy poco cada día. Pero cuando uno muere este proceso se detiene".
"Por miles de años, la gente pensaba que el pelo y las uñas seguían creciendo, porque esa era la impresión que daban los muertos. En realidad, no crecen: da esa sensación porque el resto del cuerpo se encoge".
Es decir, no es que las uñas crezcan, sino que la piel que las rodea se retrae. Y medida que se deshidrata, las uñas van pareciendo un poco más largas.
Lo mismo pasa con la piel de la barbilla de un muerto: se retrae y hace que los vellos sean más prominentes.
La piel de gallina causada por la contracción de los músculos erectores del pelo también contribuye a que parezca que creció la barba.

EL ÚLTIMO POEMA?



Demasiado papel y escasa tinta.

La pálida luz de este amanecer

Augura dos tormentas cercanas

Tánatos y Eros en la gran batalla

Peleando como dos enamorados

Que no sienten y tampoco aman




La otra será mi juicio,

Observar sin ser observada

La vida mostrará su encanto

La muerte sus bellas alas




Símiles arremetidas y estocadas

Dentro de mis áreas más endebles

Eros me mostrará mil caminos

Tánatos pondrá lilas en mi frente.




Y será un rayo el que decida

El punto final de un poema

O dejará abiertos los finales

Para quien lea, mis breves letras.








Rita Mercedes Chio