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domingo, 6 de noviembre de 2016

15 gifs de terror...Para no dormir!


















Rufina Camaceres: Enterrada viva. Buenos Aires - Argentina- La historia

                                                 
La primera de las historias es la conocida y trillada “Dama de Blanco” de la Recoleta, y corresponde a la trágica muerte de Rufina Cambaceres, hija del escritor Eugenio Cambaceres y la bailarina italiana Luisa Baccichi (“La Bachicha”). Madre e hija quedaron solas tras la muerte del escritor, y por ser miembros de la alta sociedad de fines del siglo XIX, la italiana llegó a ser “la querida” del futuro presidente Hipólito Yrigoyen.

En ese entonces, Rufina tenía tan sólo catorce años. Testimonios de la época dicen que la joven era hermosa, por lo que muchos jóvenes la pretendían, pero ella les era indiferente, tal vez por su personalidad tímida e introvertida.

Cuando creció, la madre viuda de Rufina se convirtió en la pareja de Yrigoyen. El 31 de mayo de 1902 la joven cumplía 19 años y su madre, Luisa, había organizado una salida al teatro Colón, para escuchar lírica.

Finalizado el festejo, llegaba el momento de partir hacia el teatro pero Luisa escuchó un grito aterrador de una de las mucamas, que había encontrado el cuerpo de la joven tirada en el piso y muerta. 
31 de mayo de 1902. 
Aquí aparecen varias leyendas: una cuenta que Luisa mantenía relaciones con el novio de Rufina y que su mejor amiga le dio la noticia, causándole tal disgusto que cayó al suelo.

En un libro de Victoria Azurduy figura una versión un tanto escalofriante: Luisa y su amante don Hipólito suministraban un somnífero a su hija para poder encontrarse clandestinamente. Esa noche se les fue la mano con la dosis y Rufina entró en un coma profundo, del cual despertó en su tumba.
                                         

Una tercera variante de la historia cuenta que Rufina logró salir de su ataúd y que al encontrarse sola y de noche en pleno cementerio, murió de un ataque al corazón. En este punto, hay quienes dicen que el ataúd se encontró abierto.

martes, 18 de octubre de 2016

EL ÚLTIMO REGALO DE MAMÁ - LEYENDA


Circula en Estados Unidos, a modo de leyenda, la siguiente historia:
                                                   

Después de dar la misa, un sacerdote católico se encaminó hacia un apartamento ubicado en un viejo edificio del centro de la ciudad. Medianamente alto, con la pintura descascarada y las verjas de las ventanas carcomidas por el óxido. El edificio ubicado en un barrio marginal, muy conocido por ser hogar de traficantes, prostitutas y drogadictos, era todo lo opuesto a un lugar alegre y acogedor, sobre todo bajo un cielo gris como el que en aquel momento lo cubría.

Tras tocar repetidas veces el timbre, el sacerdote pudo escuchar la proximidad de unos pasos y entonces la puerta se abrió: era un joven desaliñado y ojeroso, con cabello abundante, sucio y desordenado. Su expresión no era precisamente afable: en ella se revelaba la actitud de quien está fastidiado y cansado de la vida, de quien guarda una añeja amargura y un desencanto generalizado hacia todas las cosas. Y el vicio, aquel joven parecía haber envejecido interiormente a causa de diversos vicios: alcohol, drogas, mujeres … Además tenía cara de haberse acabado de despertar por los sonidos del timbre y, pese a parecer asombrado por la visita del cura, no se veía de ningún modo complacido en tal visita…

— ¿Qué quiere? —preguntó el joven con sequedad

— Me han llamado para administrarle los últimos sacramentos a un moribundo.

— Creo que le han tomado el pelo. Aquí sólo vivo yo

El padre dudó por un momento, bajó la cabeza de forma pensativa y preocupada y luego, justo cuando volvía a alzar la mirada para disculparse con el joven e irse, vio algo en el oscuro pasillo que lo asombró e instantáneamente le hizo convencerse de que no había ninguna broma de por medio y que simplemente el joven era un inconsciente sin deseos de ayudar.

— No, joven, aquí no hay ninguna broma. Quizá usted no entiende la importancia del asunto o tiene cierta antipatía por la Iglesia y los sacerdotes. Igualmente, lo único que le pido es que tenga consideración hacia la mujer amorosa y cristiana que por la mañana me suplicó que viniese acá. Tengo que cumplir lo antes posible con mi misión. Con su permiso.

Tras decir eso, el sacerdote apartó al joven de forma suave pero firme y determinada. Una vez dentro, vio en la mesita del recibidor un retrato junto al cual yacía un ramo de flores secas y marchitas. En el retrato se veía a una mujer mayor con ropa negra de luto, un gran crucifijo en el cuello y un rostro cuya mirada y expresión delataban bondad pero también un profundo envejecimiento ocasionado mucho más por el sufrimiento que por el paso de los años: era la mujer que había solicitado la visita del sacerdote.

                                             


— ¿Ve el retrato de la mesita? Esa es la mujer que me pidió venir.

— P… ¡pero qué dice! ¡Eso es imposible! ¡Ella es mi madre y está muerta hace años!

Al joven lo sacudió un escalofrío. Gotas de frío sudor empañaban su frente y su brazo derecho temblaba ligeramente mientras sostenía el retrato de la mujer frente a su rostro nervioso y sufrido. Pero el sacerdote parecía tranquilo, inmutable, como si algo en la conversación que tuvo con la mujer del retrato le hubiese hecho intuir que aquella no era una conversación normal, que algo misterioso había allí. Sereno, miró al joven y le dijo:

— Hijo, quizá esto sea una especie de aviso de que debes guiar tu vida al sendero de la rectitud, tu madre está velando por ti y sufriendo desde el cielo por tus faltas.

Al oír eso el joven puso cara de no entender; mas, pasado un momento, en sus ojos surgió un destello de comprensión súbita, angustia y temor. Él lo sabía, sabía que el cura no mentía y que su madre le había hablado. Pero su madre estaba muerta: él era quien habría de morir, y muy pronto… Su madre aún cuidaba de él y no quería que muriese con una lista tan larga de pecados sin perdonar. ¡Debía confesarse y recibir la comunión, debía arrepentirse para ser perdonado y no caer en la oscuridad eterna del Infierno!

Por un momento el joven lloró conmovido por el amor de su madre y el impacto que representaba saber que sí existía aquel mundo espiritual del que tanto había dudado y al que tanto había despreciado. No había pisado una iglesia desde niño, pero lo que estaba viviendo le convenció de que era tiempo de cambiar y reconciliarse con Dios aunque fuera en sus últimos momentos…

Tras varias horas dialogando con el sacerdote sobre su vida, su madre y como ella enfermó de tristeza cuando él se metió en las drogas. Un sufrimiento que la llevó a morir sola y repudiada por su único hijo que estaba más preocupado por lograr su dosis diaria que por atender a una pobre anciana que se desvivía por ayudarle. El chico profundamente arrepentido y deshecho en lágrimas se confesó al párroco quien le absolvió de sus pecados y le dio la comunión. Al irse el cura, el joven regresó a su soledad con una mezcla de alegría por haber sido liberado y temor.

Falleció esa misma noche mientras dormía, de forma repentina e inexplicable. Dicen que fue un paro cardíaco, pero es sabido que los médicos suelen diagnosticar eso cuando no saben a ciencia cierta qué pasó. En todo caso, lo importante es que el joven murió en paz y totalmente limpio de cualquier droga y pecado. En su velatorio, quienes lo conocían se sorprendieron porque el joven, mientras vivió, jamás mostró una sonrisa tan dulce y serena como la que, antes de partir, dejó grabada en su rostro.

domingo, 16 de octubre de 2016

CINE DE TERROR: "Mamá" : SINOPSIS

                                                  



SINOPSIS

La historia comienza el funesto día en el que el padre de Victoria y Lilly mata a su madre. Ante el atroz suceso, las hermanas son trasladadas por el propio homicida a una cabaña situada en un bosque cercano a la urbanización donde viven. Durante cinco largos años, su tío Lucas (Nikolaj Coster-Waldau, 'Juego de tronos') y su novia Annabel (Jessica Chastain, 'Criadas y señoras') las han buscado insistentemente, hasta que un buen día las niñas aparecen en una cochambrosa cabaña en medio del bosque. La pareja tiene malas vibraciones cuando ve el lugar donde han estado sus sobrinas y se preguntan si alguna presencia ha estado acompañando a las chicas en ese lugar.
                                                


Pasa un tiempo y Annabel hace lo posible por darle una vida normal a Victoria y a Lilly pero extraños sucesos van ocurriendo en la casa, hasta el punto de creer que un malévolo espíritu les está acechando. Lo que la pareja tendrá que descubrir es si realmente se trata de un fantasma o por el contrario son las propias niñas las causantes de esos sobrecogedores acontecimientos.

martes, 10 de noviembre de 2015

La verdad sobre apariciones en cementerios.



Rara vez un difunto merodea su propia tumba. Esto puede ocurrir solo si ya no quedan rastros de su pertenencias, casa o lugares donde pudo hallarse cómodo y feliz.

Pero sí es verdad que hay apariciones en los cementerios, aún cuando poseen otros lugares donde manifestarse.

De aquellos que primero escribo, nada especial puede esperarse. Puede que sus pobres almas no encuentren en camino para elevarse adecuadamente. En muchos casos, la iglesia Luterana, contempla estos casos y realiza rituales, para ayudar a estos fallecidos a encontrar la paz eterna.




Rita Mercedes Chio

lunes, 19 de octubre de 2015

JULIA BUCCOLA PETTA - La novia eterna - Caso real


 El caso de la novia eterna, es la llamada novia de Italia, aunque el caso ocurrió en Chicago, Julia Buccola Petta muere mientras da a luz, siendo enterrada vestida con su traje de novia.

A partir de aquí, la madre de ella, empieza a tener sueños en los que se aparece su hija pidiéndole que exhumara su tumba, seis años más tarde se consiguen los permisos necesarios y la tumba de Julia es abierta.

A pesar de que el ataúd tenía evidentes indicios de llevar bajo tierra mucho tiempo, el cuerpo de Julia no tenía ningún signo de putrefacción ni de decoloración en la piel, simplemente parecía dormir tranquilamente.

Le sacaron una foto que colocaron en la lápida.

                    


La leyenda comienza cuando dicen que muchas personas han visto a “la novia” pasearse por el cementerio y que a pesar de que en los alrededores no hay ni una sola rosa, el aire huele a esta flor.

Flores para mi tumba - Leyenda


Cuentan que en muchas ocasiones, allí en el pequeño cementerio de Alta Gracia, Pcia de Córdoba, sobre la tumba de Lorena Mariani, aparecen hermosos ramilletes de flores silvestres, fragantes y coloridos, sujetos con una cinta violeta.
Lorena lleva más de 15 años fallecida en un accidente de tránsito a la edad de 21 años. 
Lo inquietante, es que hace una década la familia de esta desafortunada joven, está viviendo en Madrid, porque su padre médico, obtuvo un buen contrato laboral en la especialidad de Bioética. 
Una o dos veces al mes, la lápida de mármol blanco se engalana con estos bellos ramilletes, sin que persona alguna o el encargado del cementerio, pudieran dar fe, sobre la procedencia de las mismas. Por tal razón, el anciano sepulturero, luego de hablar con el Director del cementerio, decidió pasar noches en vigilia en el campo santo, con tal de develar el misterio. 
Hubieron pasado 6 días de convivencia con los muertos, hasta que, a punto de  abandonar su escabrosa misión, pudo entre el espanto y la angustia, notar ciertos movimientos extraños en la mencionada tumba. 
La noche era muy clara. La luna llena modelaba artesanalmente las sombras y los contrastes entre las cruces, los ángeles, las ramas de los arbustos florecidos y el escaso brillo de los jarrones de hojalata. 
Sudando de miedo, silente y agazapado, permaneció a 20 metros observando detrás de una estatuilla alegórica, a pocos minutos de la media noche. 
Vio una figura difusa salir traspasando la lápida, algo transparente, clara, con suaves movimientos. Dedujo que se trataba de la misma Lorena y continuó presenciando con asombro lo sucedido.
La mismísima muerta, era quien juntaba y armaba los sutiles ramilletes de flores. Y las cintas lilas, las creaba con las clásicas bandas que identificaban las coronas de fosas recientes y cercanas. 
Ella decoraba su última morada. Ella, minuciosamente se regalaba una dosis de vida y fragancias. Posiblemente, en memoria de antiguos sueños de princesa, que ganara alguna vez, en un concurso de belleza, poco antes de morir. 
Oh tristeza y soledad la de los muertos! A partir de aquel instante, Efraín Suárez, aún sepulturero y fuente directa de esta historia, ha decidido ser él quien pusiera las dulces flores sobre su tumba. Desde entonces Lorena, la bella niña de los cerros, ya no tiene que preocuparse por lucir más flores. Calas, lirios, azucenas y cintas de muchos colores para ella. Solo para ella y mientras esta historia sea conocida y algún otro, cuando sea necesario, retome la posta. 
Recordemos, hay sueños que nos acompañan mucho más allá de la tumba...El olvido provoca hechos muy, muy extraños. 


Rita Mercedes Chio
Derechos reservados  


miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL NIÑO ENTERRADO EN LA HACIENDA - LEYENDA

 (Leyenda de la hacienda de Sierra Hermosa, en Villa de Cos. Zac.)

Cuentan en Sierra Hermosa que en un área del interior de lo que era la casa grande de la hacienda se escuchan llantos de niño, llantos de ultratumba. Según se cree, son los llantos de un niño que fue asesinado por su tío y enterrado clandestinamente adentro de la casa. (Leyenda en un blog de Homero Adame.)

El llanto proviene del suelo, abajo del marco de una puerta entre un pasillo y el comedor.Cuentan que hace varios años, los inquilinos de la casa decidieron escarbar en ese punto no para buscar un tesoro, sino para tratar de encontrar los restos del niño y darle cristiana sepultura. Empezaron a escarbar y a menos de un metro de profundidad primero encontraron tubería, que es más reciente, y siguieron escarbando más abajo hasta que encontraron una piedra de cantera, tipo lápida. Todas las personas que estaban escarbando sintieron algo feo y decidieron ya no seguirle. Rociaron la lápida con agua bendita y la volvieron a cubrir.




Los llantos siempre salen de ahí. Por pláticas de antes se sabe que son los llantos de un niño chiquito que era el hijo de doña Manuela Moncada. Ella había fallecido tiempo antes y su hijo quedó bajo la tutela de su tío Francisco.



Este niño iba a ser el heredero de Sierra Hermosa y de otras que habían sido propiedad de doña Manuela. Francisco era entonces el albacea y administrador de todos los bienes de su difunta hermana, y sabía que su sobrino iba a heredar todo esto. Como el niño estaba indefenso, entonces lo desapareció, lo mató a él o lo mandó matar y parece que sí lo sepultaron ahí. Todo hubiera quedado como un misterio sin resolver, pero los llantos de ese niño delatan que sí hubo un asesinato.

domingo, 14 de junio de 2015

sábado, 16 de mayo de 2015

jueves, 23 de abril de 2015

VACACIONES - (CASO REAL)



En la noche de fin de año, decidieron sin dudarlo un segundo, volver a vacacionar todos juntos, en familia, en la posada "Celestial", a la vera del lago "Mayorga". Según Mauro, esta vez no perdería su filmadora y sí llevarían los celulares, aunque la consigna anterior, había sido alejarse por completo de toda tecnología.

Este 4 de febrero de 2015, los Benítez y su perro, embriagados de alegría y buenos recuerdos, emprendieron el viaje hacia el sur. Un largo y atractivo viaje, donde los paisajes no escatimaban variedades para maravillarlos.

La música a tope, la baulera repleta, María, su esposa, Lucía, la única hija y Tomy...un callejero inquieto y amigable. A la gran aventura entre las montañas, el bosque, aguas cristalinas y el canto de las aves.

Luego de 12 horas de conducir, cargó nafta por tercera vez, en lo que serían las proximidades de la posada.

Estaba atardeciendo. El sol insistía entre las copas de los árboles, reflejando tonos rojizos sobre sus rostros felices.

Aminoró la marcha, atento y listo para el arribo. El hotel no aparecía ni en los carteles indicadores. Se detuvo, volvieron a mirar el mapa de ruta y algo confundido, propuso regresar un par de kilómetros.

- Debería ser por aquí, justo aquí, donde está la cruz de madera - María asintió sin dejar de mirar de un lado para el otro. La niña dormía y perro también.

Por más de media hora recorrió ida y vuelta el mismo camino. Perplejo, asustado, decidió regresar a la estación de servicios.

Una vez allí, con cierto nerviosismo, se acerca al encargado...Un hombre anciano de sonrisa fácil y ojos color cielo.

- "La Posada Celestial", buscamos la posada y no dimos con ella -

El hombre mayor se hizo para atrás frunciendo el ceño.

- La Celestial me ha dicho?

- Sí claro...el año pasado estuvimos en ella y a menos que haya errado el camino...

- Disculpe joven...está seguro Ud que busca ese lugar? No será otro nombre parecido?

- No amigo...Una posada de madera, estilo alpino, la entrada de alerces, estanques, carruajes antiguos y Doña Regina, la dueña junto a sus dos hijos, Alfred y Hanna.

El anciano se tomó la cabeza con las dos manos. Transpirando, murmurando, tomó a los viajeros del brazo y los sentó a una mesa añosa y despintada.

- Deben estar confundidos amigos. Por Dios! qué está pasando aquí!...Esa posada desapareció junto sus moradores, en un incendio en 1925. Yo no había nacido aún.

- Pero es que la temporada pasada estuvimos dos semanas en ella. Doña Regina nos regaló este perro que hoy nos acompaña.

Hubo un silencio macabro. La luz del farol era débil, blanquecina. El anciano inmóvil y conmovido...Los viajantes se miraban entre sí aterrados, descolocados ante esta revelación.

- La cruz de madera es lo que queda en su memoria - Explicó en encargado - Todos murieron, incluidos los animales. Regrese señor, regrese o busque otro lugar. Esto es una pesadilla! - (Sin dejar de persignarse una y otra vez)

Mauro y su familia, atónitos, desencajados, emprendieron el regreso. El perro no quiso subir al auto y se perdió en el bosque. La niña lloraba desconsolada. Todo era caos en medio de la oscuridad.

No hablaron entre sí. Solo recordaban aquellas manos blancas que les servían delicias, la risa de Hanna cuando ambos cabalgaban, la destreza de Alfred nadando en el lago. El fuego en el hogar, las palomas blancas del jardín, las sábanas de lino bordadas a mano y oliendo a violetas.

La muerte había logrado traspasar el tiempo, el olvido, la dimensión desconocida entre la vida terrenal y la celestial. Hubieron disfrutado las mejores vacaciones de sus vidas, acompañados y agasajados por fantasmas, almas que se negaban a abandonar aquello que amaron en medio de un paisaje, aparentemente, de otro mundo.

El miedo fue disminuyendo a medida que se alejaban, pero el anciano de la estación de servicio, falleció del susto, a la hora exacta en que se marcharon. 

(Todos los nombres han sido cambiados) 

Febrero de 2015
Argentina
Rita Mercedes Chio