Quise ser un ángel
Siempre quise ser un ángel
Para eternizarme sobre un mundo
Cansado de cosechar espinas.
Un ser alado, vagabundo
Entre luces humanas
Y desconsuelos azules.
Un abrazo de hielo
Madera y mortaja
Puso una rosa negra en mis manos
Y dos alas, mi sueño, dos alas.
A veces peregrino
En la soledad que deja una guerra
Otras, sobre ramilletes olvidados
En el color de la espera
Me llaman, me nombran…
Un ave negro come de mi mano
Despierto mudo sobre una loza
Aliento de niebla cerrada
Exhala mi boca
En las noches donde los duendes
Desarman mariposas.
Quise ser un ángel
Para tu miedo, para tu risa
Y sobre mi espalda sangrante
No siente piedad la vida.
Errante deambulo
Bebiendo la sal amarga
De miradas perdidas
Sobre el gris de las lápidas.
Me duelen las alas…
Con el hambre de un niño
El humo del holocausto
Y el poder del olvido.
Quise ser un ángel
Sin conocer el camino...
