jueves, 30 de abril de 2015
GRITOS DE ULTRATUMBA
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sábado, 25 de abril de 2015
EL RUEGO DE UN VAMPIRO
Es la única manera de poder llorar. Con sangre de la sangre de cientos de víctimas inocentes.
Llevo más de medio siglo en este mundo sumergido en las sombras, a la luz de pegajosas velas y finos candelabros. Puedo huir a la velocidad del viento, porque es lo que mejor sé hacer...huir. Esconderme de toda sospecha, alma mohosa, de aquí para allá como un escarabajo ciego, oscuro, ocultando su lado más vulnerable.
Pero quien puede comprender que estoy cansado? Hastiado de enfrentar el rostro aterrado de los muertos, gestos macabros grabados en mi retina. Mejillas blancas, muecas grises del último suspiro.
Niebla, espejos cubiertos, cruces de sal, agua bendita apuntando mi cruel existencia, como la estaca de tu condena.
No temas, aquí estoy para que de una vez por todas, pongas fin a mi tormento y al de los que me temen. No tomaré recaudo...Permaneceré inmóvil simplemente llorando y suplicándote que termines de una vez por todas con mi muerte en vida. Apunta mi desgraciado corazón, vamos, pon tu arma sobre mi pecho y dispara...La pata de tu bala, nos salvará a los dos.
Rita Mercedes Chio
(Argentina)
jueves, 23 de abril de 2015
VACACIONES - (CASO REAL)
En la noche de fin de año, decidieron sin dudarlo un segundo, volver a vacacionar todos juntos, en familia, en la posada "Celestial", a la vera del lago "Mayorga". Según Mauro, esta vez no perdería su filmadora y sí llevarían los celulares, aunque la consigna anterior, había sido alejarse por completo de toda tecnología.
Este 4 de febrero de 2015, los Benítez y su perro, embriagados de alegría y buenos recuerdos, emprendieron el viaje hacia el sur. Un largo y atractivo viaje, donde los paisajes no escatimaban variedades para maravillarlos.
La música a tope, la baulera repleta, María, su esposa, Lucía, la única hija y Tomy...un callejero inquieto y amigable. A la gran aventura entre las montañas, el bosque, aguas cristalinas y el canto de las aves.
Luego de 12 horas de conducir, cargó nafta por tercera vez, en lo que serían las proximidades de la posada.
Estaba atardeciendo. El sol insistía entre las copas de los árboles, reflejando tonos rojizos sobre sus rostros felices.
Aminoró la marcha, atento y listo para el arribo. El hotel no aparecía ni en los carteles indicadores. Se detuvo, volvieron a mirar el mapa de ruta y algo confundido, propuso regresar un par de kilómetros.
- Debería ser por aquí, justo aquí, donde está la cruz de madera - María asintió sin dejar de mirar de un lado para el otro. La niña dormía y perro también.
Por más de media hora recorrió ida y vuelta el mismo camino. Perplejo, asustado, decidió regresar a la estación de servicios.
Una vez allí, con cierto nerviosismo, se acerca al encargado...Un hombre anciano de sonrisa fácil y ojos color cielo.
- "La Posada Celestial", buscamos la posada y no dimos con ella -
El hombre mayor se hizo para atrás frunciendo el ceño.
- La Celestial me ha dicho?
- Sí claro...el año pasado estuvimos en ella y a menos que haya errado el camino...
- Disculpe joven...está seguro Ud que busca ese lugar? No será otro nombre parecido?
- No amigo...Una posada de madera, estilo alpino, la entrada de alerces, estanques, carruajes antiguos y Doña Regina, la dueña junto a sus dos hijos, Alfred y Hanna.
El anciano se tomó la cabeza con las dos manos. Transpirando, murmurando, tomó a los viajeros del brazo y los sentó a una mesa añosa y despintada.
- Deben estar confundidos amigos. Por Dios! qué está pasando aquí!...Esa posada desapareció junto sus moradores, en un incendio en 1925. Yo no había nacido aún.
- Pero es que la temporada pasada estuvimos dos semanas en ella. Doña Regina nos regaló este perro que hoy nos acompaña.
Hubo un silencio macabro. La luz del farol era débil, blanquecina. El anciano inmóvil y conmovido...Los viajantes se miraban entre sí aterrados, descolocados ante esta revelación.
- La cruz de madera es lo que queda en su memoria - Explicó en encargado - Todos murieron, incluidos los animales. Regrese señor, regrese o busque otro lugar. Esto es una pesadilla! - (Sin dejar de persignarse una y otra vez)
Mauro y su familia, atónitos, desencajados, emprendieron el regreso. El perro no quiso subir al auto y se perdió en el bosque. La niña lloraba desconsolada. Todo era caos en medio de la oscuridad.
No hablaron entre sí. Solo recordaban aquellas manos blancas que les servían delicias, la risa de Hanna cuando ambos cabalgaban, la destreza de Alfred nadando en el lago. El fuego en el hogar, las palomas blancas del jardín, las sábanas de lino bordadas a mano y oliendo a violetas.
La muerte había logrado traspasar el tiempo, el olvido, la dimensión desconocida entre la vida terrenal y la celestial. Hubieron disfrutado las mejores vacaciones de sus vidas, acompañados y agasajados por fantasmas, almas que se negaban a abandonar aquello que amaron en medio de un paisaje, aparentemente, de otro mundo.
El miedo fue disminuyendo a medida que se alejaban, pero el anciano de la estación de servicio, falleció del susto, a la hora exacta en que se marcharon.
(Todos los nombres han sido cambiados)
Febrero de 2015
Argentina
Rita Mercedes Chio
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miércoles, 22 de abril de 2015
EL DIARIO DE MAÑANA
Puedo oler tu miedo. Agrio recurso de la mente aterrada, adrenalina que estimula la espesa saliva de los roedores. Sabes a rancio, a piel sudada, a metal oxidado. Y yo gozo como un ave de rapiña, clavando sus garras en la piel de un cachorro.
Tienes tanto, tanto miedo, que tus músculos están congelados. Tu sangre serpentea dentro de tus ojos, desorbitados, púrpuras, secos y sin lágrimas.
Delante de ti, solo mi sombra, amplia, generosa y con el mismo hambre de una larva recién nacida.
No puedes huir, no puedes gritar, no puedes deshacerte de mí. El diario de mañana, acaba de anunciar tu muerte.
Rita Mercedes Chio
EL PARQUE - TERROR
Después de las tragedias siempre se espera que la tormenta se atenúe un poco más, que avance rauda y poder ver quizás un rayo de luz, algo de esperanza, pero en este, mi caso, no fue así…en realidad empeoró.
Podría decir que es a veces curiosa la existencia humana, nuestros hábitos y adicciones que son parecidas a un placebo para aliviar tristes y amargas monotonías diarias. En mi caso siempre fue el caminar de madrugada, no hay nada como el silencio tan abismal que se percibe a altas horas de la noche en la cual eres sólo tu y el mundo, tu y la luna…y nadie más.
Es curioso cuando te gusta caminar en la profunda penumbra de la noche, entre las mismísimas tinieblas que proyectan formas por doquier acelerando el palpitar más calmado y valeroso, pero hubo una vez en que dejé esta adicción aún cuando quedé con una duda tan inmensa que no pude continuar haciéndole compañía al astro lunar.
Con paso firme y tranquilo, noté de lejos y curiosamente, a una niña meciéndose en una hamaca de un abandonado parque en la zona más lejana de la ciudad, la cual antes yo solía habitar debido a mi extraño traslado. Me fue llamativo cuando sin darme cuenta aquella pequeña se apareció a mi lado y me miró penetrante y fijamente sin decir más que un leve murmullo casi inaudible, mientras sólo se percibía el susurro húmedo del viento cargado de rocío y de pronto alaridos de angustia y dolor… La chica desapareció trotando por la calle con risas macabras que rompían el silencio y dejando un rastro de sangre tras de si….
Quizás no sea nada del otro mundo, pero llegó a convertirse en algo escalofriante para mi, cuando sabes que falleciste días atrás y un vivo te habló…
CHRIS MARS y su arte macabro.
Pintura, ilustración, escultura o animación; el polifacético y macabro artista Chris Mars podría encajar perfectamente en cualquiera de estas categorías, aunque nosotros hemos querido destacar su talento con la pintura al óleo, que es lo que nos ha dejado verdaderamente impactados; y es que esa técnica, esos claroscuros, ese detallismo, esa temática y esos personajes tan enfermizos no podían quedarse fuera de Arte Macabro.
Chris Mars nació en Minneapolis, USA, allá por el año 1961. En los 90’s empezó a darse a conocer a través de su música como baterista en The Replacements. Siguió su carrera en solitario gravando algunos discos hasta 1996, fecha en la que abandona la música para dedicarse de lleno a su verdadera pasión, la pintura.
Mars nos cuenta que, siendo adolescente, su gran influencia fueron las numerosas visitas que realizaba al psiquiátrico acompañando a su hermano mayor, el cual padecía de esquizofrenia. El ambiente surrealista y desolador que allí se respiraba marcaron para siempre el trabajo de este siniestro artista.
EL INVITADO - CUENTO
Escrito por Alejandro Vega Camarena
Desde el momento en el que Luis entró a la casa se sintió observado por alguien. Pero sabía que esto era algo ridículo, pues el viejo Pedro había muerto una noche antes y él no tenía familiar alguno, ni mucho menos un amigo que pudiera estar ahí.
Luis no quiso prestar atención a esto, pues creyó que solamente eran sus nervios traicionándolo en el peor momento posible. Por lo tanto, se dispuso a recorrer la casa de un lado a otro lo más rápido que pudo.
Cada vez que Luis pasaba junto a uno de los varios cuadros que colgaban de las paredes de la casa, por alguna extraña razón se volvía a sentir observado, como si las personas retratadas en las pinturas fuesen quienes no lo dejaran de mirar rencorosamente por haber entrado a la casa.
Sin embargo, una vez más, Luis no prestó atención a algo que sabía era imposible. Luego de haber recorrido la casa entera, Luis creyó encontrar lo que tanto buscaba, una sólida y pesada puerta de acero oxidado.
Tras forzar la cerradura de la puerta, al igual que lo había hecho antes con la puerta de la entrada, Luis fue ágilmente al interior del cuarto ahora abierto, y de inmediato su atención se posó en un altar en el que se encontraban algunas velas casi extintas y otra pintura más.
Al ver el cuadro, un escalofrío recorrió el cuerpo de Luis, pues quien estaba retratado en la pintura no era otro sino el viejo Pedro. No obstante en ella, el viejo tenía un semblante oscuro y perturbador, incluso podría decirse: diabólico.
Hasta ese momento Luis nunca había hecho caso a todos los que decían, que al pasar de noche por la casa del siniestro viejo; se le podía escuchar platicar con alguien desconocido. Alguien de quien sólo se podía escuchar un horrible y atroz sonido por voz; la cual, al parecer, alegraba al viejo de alma negra únicamente con oírla.
A pesar de esto, Luis pensó que esas historias las contaban sólo para alejar a la gente del dinero del viejo. Y a Luis el dinero de Pedro era lo único que le importaba de aquél sitio.
De pronto, la sensación de que había alguien atrás de él, hizo que la sangre de Luis se helará a causa del miedo y el horror de lo que esto significaba.
Todos aseguran que en la noche en la que Luis desapareció de este mundo, se escuchó nuevamente la macabra risa del viejo Pedro. Haciendo que nadie volviera a pasar por su maldita casa por tal motivo. Pues además de haber muerto una noche antes; todos sabían que el único capaz de hacer reír al viejo perverso, no era otro más que el demonio mismo.
Luis no quiso prestar atención a esto, pues creyó que solamente eran sus nervios traicionándolo en el peor momento posible. Por lo tanto, se dispuso a recorrer la casa de un lado a otro lo más rápido que pudo.
Cada vez que Luis pasaba junto a uno de los varios cuadros que colgaban de las paredes de la casa, por alguna extraña razón se volvía a sentir observado, como si las personas retratadas en las pinturas fuesen quienes no lo dejaran de mirar rencorosamente por haber entrado a la casa.
Sin embargo, una vez más, Luis no prestó atención a algo que sabía era imposible. Luego de haber recorrido la casa entera, Luis creyó encontrar lo que tanto buscaba, una sólida y pesada puerta de acero oxidado.
Tras forzar la cerradura de la puerta, al igual que lo había hecho antes con la puerta de la entrada, Luis fue ágilmente al interior del cuarto ahora abierto, y de inmediato su atención se posó en un altar en el que se encontraban algunas velas casi extintas y otra pintura más.
Al ver el cuadro, un escalofrío recorrió el cuerpo de Luis, pues quien estaba retratado en la pintura no era otro sino el viejo Pedro. No obstante en ella, el viejo tenía un semblante oscuro y perturbador, incluso podría decirse: diabólico.
Hasta ese momento Luis nunca había hecho caso a todos los que decían, que al pasar de noche por la casa del siniestro viejo; se le podía escuchar platicar con alguien desconocido. Alguien de quien sólo se podía escuchar un horrible y atroz sonido por voz; la cual, al parecer, alegraba al viejo de alma negra únicamente con oírla.
A pesar de esto, Luis pensó que esas historias las contaban sólo para alejar a la gente del dinero del viejo. Y a Luis el dinero de Pedro era lo único que le importaba de aquél sitio.
De pronto, la sensación de que había alguien atrás de él, hizo que la sangre de Luis se helará a causa del miedo y el horror de lo que esto significaba.
Todos aseguran que en la noche en la que Luis desapareció de este mundo, se escuchó nuevamente la macabra risa del viejo Pedro. Haciendo que nadie volviera a pasar por su maldita casa por tal motivo. Pues además de haber muerto una noche antes; todos sabían que el único capaz de hacer reír al viejo perverso, no era otro más que el demonio mismo.
viernes, 17 de abril de 2015
POEMA INVITADO: "FUISTE"
en días tormentosos.
La nube que controló,
mi loco corazón.
Deseos de instantes,
amor interminable.
Lágrimas de fiesta,
parpadeos de sangre.
Abrazos palpitantes,
me recorrian al detalle.
Extenuada me quedaba postrada,
tanto placer no lo esperaba.
Llegó el después,
tu auténtica personalidad.
Te excitaba arráncarme
la piel, quemando mis piés.
¡Te odié!
Maldije tu nombre,
me repugno tu cuerpo
tus besos enmascarados,
los sellé con cemento.
Colgué tu nombre en el techo,
para nunca olvidar,
la atrocidad
que me hiciste pasar.
Merche Casajús
Derechos Reservados
tu auténtica personalidad.
Te excitaba arráncarme
la piel, quemando mis piés.
¡Te odié!
Maldije tu nombre,
me repugno tu cuerpo
tus besos enmascarados,
los sellé con cemento.
Colgué tu nombre en el techo,
para nunca olvidar,
la atrocidad
que me hiciste pasar.
Merche Casajús
Derechos Reservados
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