La más fidedigna de las fuentes del nacimiento de Jesús proviene de la propia Biblia. El acontecimiento es parte del Nuevo Testamento y narrado por Lucas y Mateo.
Sin embargo, ninguno de los dos autores precisa la fecha de este evento, un punto de colisión entre la fe cristiana y la evidencia histórica. ¿Por qué se celebra entonces el 25 de diciembre?
Una de las explicaciones más plausibles desde la perspectiva histórica proviene de la celebración en Roma del Dies natalis Solis invicti (Día del nacimiento del Sol invicto), surgida el año 274. Historiadores sostienen que el 25 de diciembre es una metáfora de la “victoria” de la luz sobre la noche más larga del año en alusión al solsticio de invierno. Según esta creencia, eso explica que en la liturgia de Navidad se usen expresiones bíblicas como “sol de justicia” y “luz del mundo”.
Según la Encyclopedia of Religion, estas fiestas paganas comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el Papa Julio I designó el 25 de diciembre como día del cumpleaños de Jesús. “La Natividad suplantó gradualmente todos los demás ritos del solsticio. La imaginería solar se usó cada vez más para representar al Cristo resucitado (también llamado Sol Invicto), y el disco solar se convirtió en el halo de los santos cristianos”, dice el texto.
Pero para el profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de la U. de Navarra (España), Francisco Varo, no hay pruebas de que fuera así. “Es difícil imaginar que los cristianos de entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución”, dice a La Tercera.
Según el experto, hasta el siglo III no hay ninguna referencia conocida sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fue el 25 de diciembre lo ofrece el historiador Sexto Julio Africano el año 221. Y la primera referencia directa de su celebración es la de un calendario litúrgico llamado “filocaliano”, el año 354. “El 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”, dice el documento.
Pero la fecha entra en contradicción con el relato bíblico. Belén se caracteriza por tener un invierno crudo, por lo que es poco probable que los pastores hayan cuidado su rebaño a la intemperie en diciembre, como relata la Biblia.
Por lo mismo, muchos historiadores afirman que la fecha más probable del nacimiento de Cristo oscila entre abril y mayo, pero del año 7 a.C. El año del nacimiento (año cero de nuestro calendario) fue calculado erróneamente por el monje Dionisio el Exiguo, a quien el Papa Bonifacio I pidió que encontrara un sistema para calcular la fecha de la Pascua.
Sin embargo, ninguno de los dos autores precisa la fecha de este evento, un punto de colisión entre la fe cristiana y la evidencia histórica. ¿Por qué se celebra entonces el 25 de diciembre?
Una de las explicaciones más plausibles desde la perspectiva histórica proviene de la celebración en Roma del Dies natalis Solis invicti (Día del nacimiento del Sol invicto), surgida el año 274. Historiadores sostienen que el 25 de diciembre es una metáfora de la “victoria” de la luz sobre la noche más larga del año en alusión al solsticio de invierno. Según esta creencia, eso explica que en la liturgia de Navidad se usen expresiones bíblicas como “sol de justicia” y “luz del mundo”.
Según la Encyclopedia of Religion, estas fiestas paganas comenzaron a “cristianizarse” en el año 350, cuando el Papa Julio I designó el 25 de diciembre como día del cumpleaños de Jesús. “La Natividad suplantó gradualmente todos los demás ritos del solsticio. La imaginería solar se usó cada vez más para representar al Cristo resucitado (también llamado Sol Invicto), y el disco solar se convirtió en el halo de los santos cristianos”, dice el texto.
Pero para el profesor de Sagrada Escritura en la Facultad de Teología de la U. de Navarra (España), Francisco Varo, no hay pruebas de que fuera así. “Es difícil imaginar que los cristianos de entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución”, dice a La Tercera.
Según el experto, hasta el siglo III no hay ninguna referencia conocida sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fue el 25 de diciembre lo ofrece el historiador Sexto Julio Africano el año 221. Y la primera referencia directa de su celebración es la de un calendario litúrgico llamado “filocaliano”, el año 354. “El 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”, dice el documento.
Pero la fecha entra en contradicción con el relato bíblico. Belén se caracteriza por tener un invierno crudo, por lo que es poco probable que los pastores hayan cuidado su rebaño a la intemperie en diciembre, como relata la Biblia.
Por lo mismo, muchos historiadores afirman que la fecha más probable del nacimiento de Cristo oscila entre abril y mayo, pero del año 7 a.C. El año del nacimiento (año cero de nuestro calendario) fue calculado erróneamente por el monje Dionisio el Exiguo, a quien el Papa Bonifacio I pidió que encontrara un sistema para calcular la fecha de la Pascua.