Felicitas, joven de 16 años contrae matrimonio con Martín de Alzaga, sobrino nieto del español que fuera fusilado en los acontecimientos que siguieron a la Revolución de Mayo.
Quedando viuda a los veinte y cuatro años y después de un austero duelo se relaciona afectivamente con Enrique Ocampo, joven altamente conceptuado en los círculos sociales donde actuaba, pasado el tiempo, Felicitas inclinó sus sentimientos a favor de otro pretendiente, Manuel Sáenz Valiente.
Enrique Ocampo no acepta esta situación y con la excusa de devolverle regalos y cartas tiene con Felicitas una violenta entrevista que termina con dos disparos en el cuerpo de la infeliz mujer; Felicitas muere al día siguiente, 30 de enero de 1872.
Los padres de Doña Felicitas construyeron en su memoria la capilla que hoy admiramos.
La capilla impresiona por la originalidad de sus líneas, la esbeltez de sus torres y las figuras de ángeles dispuestas en simetría. En el vestíbulo se encuentran dos blancas estatuas de mármol de carrara. La de la derecha representa al yerno de los donantes, en el pedestal lleva la siguiente inscripción: “+ Martín de Alzaga - Marzo 17 de 1870”. A la izquierda la imagen de una madre con su hijo y en pedestal se lee “+ Felicitas G. de Alzaba - Enero de 1872”y “+ Félix de Alzaga – Octubre 3 de 1869”. Recordamos que Felicitas tuvo un hijo, Félix, que murió a los 6 años.