Esta leyenda urbana cuenta la historia de un hombre que vivía con su esposa y su hija, hasta que la desgracia los alcanzo. La familia habitaba en una casa que se encuentra en la ciudad de Cádiz, situada frente al monumento del Marqués de Comilla y recibe el nombre de “La Casa de los Espejos”
Un almirante de la flota gaditana le traía de las tierras americanas un nuevo espejo a su preciosa hija, por la cual sentía pasión, fue así como ella pronto acumulo una colección enorme de espejos.
Con el tiempo, llego a convertirse en una joven muy hermosa y su padre presumía de su belleza ante sus amigos, lo que provocó unos celos enfermizos en su esposa y aprovechando uno de los viajes de su marido, la asesinó envenenándola. Cuando el almirante regresó creyó que su hija había muerto por una gravísima enfermedad, lo que le hizo enloquecer de dolor.
Un día el padre pudo ver el reflejo de su hija en uno de los espejos, revelándole así la verdadera causa de su muerte. El almirante entró en cólera e hizo que su mujer confesara su culpa.
Ella murió en la cárcel con una condena perpetua mientras que su marido decidió marcharse lejos de toda aquella tragedia y la casa fue abandonada junto con los espejos.
En la actualidad la casa se encuentra reformada, pero hay quienes aseguran que el fantasma de la joven aun habita dentro de ella y se sigue escuchando los gritos y el llanto de la hija.