lunes, 29 de diciembre de 2014

EL SABOR Y EL OLOR DE LA SANGRE.




La sangre tiene un extraño sabor. Cuando nos lastimamos un dedo, lo primero que hacemos es llevarlo a la boca, para secar o limpiar la herida. En la mayoría de los casos no nos detenemos a saborear el vital elemento, pero muchas personas, se podría decir que tienen muy claro a qué sabe y como huele.

Lo más parecido a ese sabor, es el óxido, el hierro y la tierra. En muy pequeñas dosis, es cuando más aumentan estas caratetísticas. Lo expreso así, porque de sangrate la nariz, lo primero que harías es escupir lo antes posible el rojo fluído.

Prueba con apenas una gota. Verás que eso no te convertirá en vampiro, ni mucho menos, pero sí, la sangre tiene un aroma y sabor que muchos disfrutan.

Claro...estoy hablando de tu propia sangre.