LA HE MATADO
Los sueños suelen ser muy confusos y difíciles de poner en palabras, con coherencia y continuidad de relato.
Entonces, como en este caso, priman las imágenes en flash y las emociones.
"Tomé a la mujer del cuello, la derribé al suelo y estrellé su cabeza contra un pequeño desnivel, hasta partirla en varios pedazos. Me incorporo algo angustiada y a una amiga que estaba detrás de la barra del bar, le digo sin cesar: La he matado, la he matado. Veo todo en colores, la sangre salpicando paredes, mi ropa y la mirada de aquella testigo, que no me da opciones para una coartada. Sé que iré a la cárcel. Intento hacer una maleta con muchas prendas y elementos necesarios, como para tener todo aquello que necesite en la prisión. La policía llega y actúa con serenidad. Se me cruza por la mente la frase "No tiene antecedentes" e imagino qué diría mi psiquiatra"
Es muy extraña la manera en que la psiquis se expresa con símbolos. Símbolos que se superponen y olvidan el tiempo y el espacio. En la segunda secuencia...
" Me inclino para abrazar a una anciana vecina de mi infancia, madre de dos niñas con las que jugaba. Aquella mujer, tenía los ojos más celestes que había visto en mi vida, aunque en el sueño, se presentaban blancos en su totalidad. Cuando el abrazo termina, cuando me voy alejando de su rostro, era mi propia madre la que acababa de abrazar y sentí un inmenso rechazo, harta de verla en mis sueños.
Un abogado propone la estrategia de hacerme pasar por loca para menguar mi pena y no lo acepto. Prefiero perder la libertad por asesinato, no deseo discutir más sobre el tema y despierto"
Hace años que mis padres fallecieron, pero ambos estaban en este, mi sueño.
Siempre sé que se trata de un sueño.
Al despertar, la angustia y el terror aparecieron con más fuerza.
Tardo días en recuperarme y muchas veces, me programo para continuar con lo soñado y cambiar las cosas.
Esta vez, solo sé que iría a prisión.
Rita Mercedes Chio
Los sueños suelen ser muy confusos y difíciles de poner en palabras, con coherencia y continuidad de relato.
Entonces, como en este caso, priman las imágenes en flash y las emociones.
"Tomé a la mujer del cuello, la derribé al suelo y estrellé su cabeza contra un pequeño desnivel, hasta partirla en varios pedazos. Me incorporo algo angustiada y a una amiga que estaba detrás de la barra del bar, le digo sin cesar: La he matado, la he matado. Veo todo en colores, la sangre salpicando paredes, mi ropa y la mirada de aquella testigo, que no me da opciones para una coartada. Sé que iré a la cárcel. Intento hacer una maleta con muchas prendas y elementos necesarios, como para tener todo aquello que necesite en la prisión. La policía llega y actúa con serenidad. Se me cruza por la mente la frase "No tiene antecedentes" e imagino qué diría mi psiquiatra"
Es muy extraña la manera en que la psiquis se expresa con símbolos. Símbolos que se superponen y olvidan el tiempo y el espacio. En la segunda secuencia...
" Me inclino para abrazar a una anciana vecina de mi infancia, madre de dos niñas con las que jugaba. Aquella mujer, tenía los ojos más celestes que había visto en mi vida, aunque en el sueño, se presentaban blancos en su totalidad. Cuando el abrazo termina, cuando me voy alejando de su rostro, era mi propia madre la que acababa de abrazar y sentí un inmenso rechazo, harta de verla en mis sueños.
Un abogado propone la estrategia de hacerme pasar por loca para menguar mi pena y no lo acepto. Prefiero perder la libertad por asesinato, no deseo discutir más sobre el tema y despierto"
Hace años que mis padres fallecieron, pero ambos estaban en este, mi sueño.
Siempre sé que se trata de un sueño.
Al despertar, la angustia y el terror aparecieron con más fuerza.
Tardo días en recuperarme y muchas veces, me programo para continuar con lo soñado y cambiar las cosas.
Esta vez, solo sé que iría a prisión.
Rita Mercedes Chio