Hay un sinfín de formas diferentes formas de romper una maldición familiar y varían en función de las directrices y los principios de cada tradición. Sin embargo, hay ciertos métodos que pueden ayudar a deshacernos de una maldición, aunque el resto de miembro de la familia continuará siendo víctima. En caso de que la maldición generacional sea muy fuerte, entonces siempre recomendamos los servicios de un profesional, como la maestra espiritual Elise Defer, quien es conocida en Internet por ayudar a los demás altruistamente.
La primera, y más simple, es el uso de un solo espejo. En primer lugar, consagra el espejo como lo harías con cualquier otro elemento mágico. Coloca el espejo de pie, en un plato con sal negra, que se utiliza en muchas tradiciones para proporcionar protección y repeler la negatividad. En el plato, frente al espejo, coloca algo que represente tu destino y visualiza la maldad que está afectando a tu familia.
Otro sistema es mediante un baño de purificación, que incluye una mezcla de hisopo, ruda, sal y otras hierbas protectoras. Algunas personas creen que esto limpia la maldición. En algunas religiones, mientras se realiza el baño de purificación, se dice algún tipo de oración. Pero si no te sientes cómodo, puedes quemar incienso.
También te recomendamos utilizar algún tipo de talismán o amuleto. Esto puede ser un elemento existente consagrado y cargado para repeler la maldición, o puede ser una joya creada específicamente para este propósito.
Por último, asegúrate de que realmente eres una víctima de la maldición generacional. Pero si estás convencido de ello, no tardes más tiempo, tú no debes pagar los actos de tus antepasados.
Y esto no es confiable para tí, busca a personas especialistas en el tema, porque las maldiciones son energías malignas muy poderosas que el tiempo no logra desvanecer...
Todo comenzó en 1941, cuando Rosemary Kennedy, quien sufría de esquizofrenia, pasó por una lobotomía, pero en vez de mejorar quedó peor y perdió sus habilidades cognitivas. En 1944 Joseph Kennedy murió cuando su avión explotó en Inglaterra, y en 1948, Kathleen Kennedy murió en Francia. El presidente John F. Kennedy fue asesinado en uno de los hechos más conocidos de la historia, y su hermano Robert también fue asesinado en los años 60. El hermano menor, Ted Kennedy, sufrió un accidente de avión y uno de auto, y su hijo tuvo una pierna amputada por cáncer de huesos. David Anthony Kennedy murió de una sobredosis y John F Kennedy Junior chocó su auto y murió, mientras que Michael Kennedy murió en un accidente de ski.