miércoles, 19 de agosto de 2015

LA RENUNCIA INDECLINABLE DEL DIABLO



A mí supuesto creador y todopoderoso
A las personas que habitan este mundo.

“Nace el niño y de ese niño, habrás tú de hacer, una persona de bien.
Pero tú, eres el eslabón de una sociedad, un rehén de la cultura y un esclavo de las tradiciones y los dogmas”

Porque desde los inicios de los tiempos, el bien ha sido el tesoro más oculto y más traicionado por el hombre mismo. Desgarrado ante las tentaciones mundanas, lastimado, olvidado y rara vez predominante.

Porque el mal que endosas al afuera, está muy dentro de ti yes más fácil ponerlo en tu rededor y/o bajo mi exclusiva responsabilidad, a asumir las falencias que constituyen la psiquis humana, desde su nacimiento.

Porque no es mi responsabilidad la imperfección de las personas.

No me hago cargo de las miserias de cada uno.

Porque la “representación del mal”, es un invento y la más vil patraña que se haya instalado, para aliviar la ruin conducta del ser humano desde sus comienzos.

Porque soy un ente que no tiene poder alguno, a menos que te regocijes en mi nombre y aun así, estás buscando una excusa para tus errores.

Porque han creído necesario, poner en el afuera, lo que realmente se es por dentro.

Porque la especie humana es tan imperfecta que se hace imprescindible, un responsable externo.

Porque si no aprendes temiendo, se corre el riesgo que seas mucho peor aun.

Porque no existo más allá de tu mente.

Porque los dogmas no admiten cuestionamiento y se valen de espejismos para aliviar conductas insanas.

Porque supuestamente tengo un creador y no comprendo porqué le soy necesario.

Por esto y mucho más, a él y a la humanidad les informo:

Presento mi RENUNCIA indeclinable, al cargo que se me ha asignado injustamente, por lo antes mencionado, pretendiendo hacer uso de mis derechos, en nombre de la verdad y la justicia.

De ahora en más, cada cual se hará cargo de sus actos y consecuencias.

Absténganse de darme un nombre, rostro e intenciones.

No intenten recrearme fuera de sus propias y vanas leyes.

Cópiese, comuníquese y archívese.







Rita Mercedes Chio
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