lunes, 5 de octubre de 2015

ÉL VIO A LA MUERTE - LEYENDA

                                                    


Don Aguirre insistía en que había visto la muerte. Porqué creerle a un viejo ebrio que casi siempre inventaba historias para asustar a los niños?

Repetía sobre la barra de la cantina, una y mil veces, que la muerte se le había presentado, bonita, pálida, sonriente y enfundada en gasas negras. Ahí mismo, en el lugar donde todos bebían algunas copas al atardecer.

El cantinero se le burlaba y le llenaba el vaso con ánimo de mantenerlo en sus delirios.

...."Vaya imaginación la del vasco! Ahora se la ha dado por fabular con esas cosas a las que todos le temen..."

Los parroquianos trataban de hacerlo caer con sus inventos, preguntándole una y otra vez, más sobre su relato.

"Es que era muy diferente a lo que imaginábamos" - Aclaraba en viejo golpeándose el pecho con la boina - "Y estoy seguro que se trataba de ella, porque olía a flores rancias, no hablaba, pero sus labios azules, parecían sellados en una sonrisa maligna y persistente".

Entre gestos de complicidad y desconfianza de otros, se marchó del vetusto bar, murmurando palabras groseras y de muy mal humor.

A la mañana siguiente, el vasco no se presentó a trabajar en las barracas del pueblo. Pasaron las horas y ya sus compañeros comenzaron a mirarse entre ellos de  una manera diferente. Uno de ellos acudió a la cantina a preguntar si había pasado por allí.

No hubo pasado media hora, que absortos, vieron pasar un ataúd cargado sobre un viejo carro para las afueras del poblado. Detrás de la caja barata, el cura a caballo y el hijo mayor de Don Aguirre, anunciando el fatal desenlace.

Todos enmudecieron y se persignaron.

No hubo quien no se preguntara, cuantas de las historias contadas por viejo vasco, habían sido verdad. Al menos esta, los dejó sin palabras. 




Rita Mercedes Chio
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