sábado, 2 de julio de 2016

Palabras de una novia muerta



Ayer me pareció oír la voz del cisne que hace tiempo, alimentábamos juntos. Un graznido breve pero dulce, retazo de una melodía maravillosa, propia de un rapto de imaginación. También escuché el instante en que germinaba una semilla de lino. Fino chasquido dentro de una milésima de segundo. Aun así, poderoso milagro en mis oídos atentos. 

Y te hablo, y te cuento...
Las zetas, dialogan entre ellas
peligrosas y bellas
ya lo sabes?
Vi caer una pluma 
moneda al viento 
cara o cruz de la vida
suave danza, 
de nieve y terciopelo. 

Las flores que me regalas
de mariposas, alimento
y algún pájaro perdido
cada tanto, en tu ausencia
roba los colores del olvido
y me canta al oído
sus melódicas dolencias. 


Rita Mercedes Chio
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