Aunque comprendamos que es ficción, efectos especiales, estas imágenes nos llevan a replantearnos cómo querríamos que sea nuestra propia muerte. Indolora, tranquila, natural...en fin...la muerte no duele; lo que sí puede ser aterradoramente insoportable es lo que nos conduce a ella.
Sabemos que vamos a morir. Lo que no sabemos si será a manos de otro, de una larga y penosa enfermedad o como en un dulce sueño, no despertar jamás de una breve y serena siesta. Qué es lo que nos aterra? la sangre? el sufrimiento o lo definitivamente irremediable???
Rita Mercedes Chio