sábado, 17 de enero de 2015

LA CABAÑA DE LA ABUELA - LEYENDA?

                                                      


Esta es una historia real, en la cual lamentablemente el último de los “testigos” terminó en un manicomio y nadie le creyó lo de los sueños e imágenes.

Una pareja como cualquier otra que vivía en la ciudad, sin hijos ni perros, solo ellos dos, tenían a su disposición la cabaña de la abuela del hombre de la casa, pero casi nadie iba a tal cabaña porque estaba muy alejada de todo, internada en el bosque y por esos lares rondaban algunos grupos de jóvenes con hábitos peligrosos.

Pero nuestra pareja, valiente y con ganas de probar algo nuevo (y barato), se prepararon y lanzaron a la aventura de pasar un fin de semana en la cabaña.

Llegaron casi en la noche, así que a las 2 horas ya dormían. En la cabaña los cuadros de la abuela, un poco rotos por vándalos, estaban por todos lados…

Lástima que de lo feos no se los han robado
Dijo la esposa y echaron a reír mientras se entregaban a la lujuria.

No perdieron un segundo, horas enteras haciendo el amor los dejaron agotados y a la hora de dormir cayeron como lirones.

Pero en cuanto el hombre empezó a dormir tuvo pesadillas horribles; soñaba que a su lado, el colchón se abría y salían mujeres muertas queriendo comerlo y lo atrapaban. En ese momento despertó y llamó a su esposa, contándole el sueño.

Aún agotados, decidieron revisar. Por los lados no había manera de acceder a la parte interna del colchón y la sabana o sabanas por lo se tocaba, parecían estar cubriendo al colchón por todos lados. El miedo hizo al hombre desesperarse, se subió a la cama y echó a su mujer a un lado. Con su navaja apuñaló el colchón una y otra y otra vez en el lugar desde donde salían las muertas en el sueño.

En cuanto el esposo rasgó el colchón a lo largo, cuatro manos salieron tratando de alcanzarlo, su esposa gritó y el apuñaló. Apuñaló a las muertas y su esposa gritaba y gritaba. En un momento sintió a su esposa callar y asustado, volteó a mirarla y…

¡NO ESTABA!

En ese momento el hombre despertó y estaba sentado, con la navaja ensangrentada en su mano y su mujer agonizando de más de 50 puñaladas. Lloró, gritó y pensó como contar que mató a su mujer por una pesadilla. De ese modo, decidió hacer algo terrible: Abrió el colchón para meter a su mujer dentro, ya que esa cabaña pasaba años sin ser visitada y, en cuanto logró hacer una franja ancha, notó huesos, esqueletos completos.

La cabaña había cobrado muchas víctimas y él hombre, asustado, la metió dentro del colchón, lo cerró y se fue, pensando en los hombres que, antes de él, habían sido víctimas de esa maldición en LA CABAÑA DE LA ABUELA.